
Hoy a las 9:30, junto con Andy, debíamos reunirnos con un cliente que venia de la II región, de nombre Steven. Le estamos tramitando una causa de relación directa y regular, ya que hace mas de 9 meses que no ve a su hijo de 4 años. Pero no les hablare de la parte jurídica o de que significa una relación directa regular o sus derechos y deberes. Les hablare de Steven, tiene 23 años, trabajador de medio tiempo, estudiante de educación superior y ayer, cerca de las 00:00 se subió a un bus rumbo a Iquique, con una mochila con sus artículos personales y lleno de esperanza; esperanza de poder estar unas horas con su hijo y cumplir con la relacion directa y regular provisoria que el tribunal le habia fijado. Steven dejo, familia, estudio, amigos y trabajo para tomar un bus, viajar por mas de 6 horas y estar por solo 7 horas compartiendo con su hijo, redescubriendolo, conociendolo. En la reunion se hablo de procedimentos, plazos, lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer, equivalentes jurisdiccionales, etc., certeza juridica, fria y calculada. Al finalizar la reunion, Steven nos pide por favor que lo acompañemos, la madre y su hijo viven en Alto Hospicio, y que no sabia donde quedaba la direccion. Sin mirarnos, con Andy accedimos al pedido simple, sincero y con esperanza de nuestro cliente. Nuestra travesia, entre calles pavimentadas y otras dignas de una etapa del Dakar, nos llevo a estar en el otro extremo de donde debiamos estar. Creo que los 3 que ibamos en el vehiculo estabamos un poco nerviosos, la hora para retirar al menor del hogar materno ya habia pasado y no dabamos con la direccion. "Preguntando se llega a Roma" viejo adagio que hoy se cumplio a cabalidad. Con temor Steven descendió del auto y se dirigio al condominio donde vive su hijo. Pasaron 5 minutos y Andy recibe una llamada, era Steven pidiendole por favor que lo esperaramos ya que estaban terminando de vestir a Steven Jr. Al rato aparecen los Steven, padre e hijo, felices, una larga llamada telefónica con su tia y abuela en la segunda region, lleva y acerca la alegria de dos personas que por decisiones egoistas y sin razonamiento los mantenian distanciados. Combustible: $10.000, Bebida:$450, Cigarros: $1.600, ver a un Padre y un Hijo reencontrarse luego de 9 meses. NO TIENE PRECIO. Para todo lo demas, continuaremos trabajando Andy y este, su seguro servidor.